Fundación Española del Corazón
A pesar de que toda sesión de entrenamiento siempre debe ser individualizada, existen una serie de puntos de la estructura general que deben cumplirse y que son especialmente importantes en pacientes cardiológicos tanto para evitar riesgos de salud como para prevenir posibles lesiones.
Fase de calentamiento
Todas las sesiones de entrenamiento deben comenzar con una primera fase de calentamiento. Se recomienda que su duración sea de unos 10-15 minutos aproximadamente y que conste de tres partes fundamentales que se exponen a continuación y que deben cumplirse por este orden:
1º) Movilidad articular: rotación y movimientos suaves y progresivos de los distintos ejes articulares.
2º) Activación cardiorrespiratoria: desplazamientos suaves que impliquen la globalidad del organismo.
3º) Estiramientos de los grandes grupos musculares: se realizarán estiramientos preferiblemente estáticos de manera lenta y progresiva, manteniendo la posición unos 15 a 30 segundos aproximadamente y cuidando que se hagan con la técnica correcta. En la fase de calentamiento, a diferencia de la recuperación, con realizar 1-2 repeticiones por grupo muscular podría ser suficiente.
Fase de ejercicio
Fase de recuperación
En los últimos 5-10 minutos es especialmente importante en pacientes cardiológicos que se reduzca progresivamente la intensidad de la fase de resistencia hasta la situación de reposo. Esta disminución paulatina evitará en algunos casos la aparición de arritmias que se provoca por la detención brusca del ejercicio físico y la aparición de otros efectos adversos como el mareo o la hipotensión. Por último, se realizarán de nuevo ejercicios de estiramientos/flexibilidad con el fin de recuperar y relajar el tono muscular, con unas 3 repeticiones por grupo muscular y manteniendo 20-30 seg cada estiramiento.
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